El objetivo de la propuesta es crear dos zonas diferenciadas y físicamente divididas en el parque Terreros, de manera que se delimite una zona específica para perros donde puedan correr y jugar con total libertad y otra zona donde los perros no puedan entrar y donde los niños, jóvenes y mayores puedan disfrutar sin tener el temor de sentarse en el césped por pisar una caca de perro. Creando así un espacio donde las familias puedan reunirse y disfrutar de esta maravilla de Parque sin tener el temor de ser arrollado por un perro.

En definitiva la idea está clara, crear dos zonas en el parque de Terreros, una exclusiva para perros y sus dueños, y otra donde los perros no puedan entrar.